«Para quien aspira a la independencia y crea en la unidad, JxCat es el instrumento», afirma Jordi Turull, entrevistado en el Ara. Puede parecer extraño después de haber perdido por el camino a los del PNC y a no pocos del PDECat —aún es pronto para saber cuántos—, pero cree que «estamos siendo fieles a la tradición del PDECat y de CDC de sumar gente». Si en tiempos de Pujol hubieran sumado de esta manera, no habrían ganado tantas elecciones.
En cuanto a la dirección del PDECat, con quienes aún están negociando, espera que «cuando vean cómo funciona, cómo se estructura y qué defiende JxCat, habrá una evolución hacia JxCat». Sería raro que a estas alturas pudieran darles alguna sorpresa; tal vez algún cargo, pero sorpresa ninguna.
«Los de JxCat somos los que no queremos caer en la resignación, los que nos sentimos muy comprometidos con el 1-O.» Al final va a ser cierta la broma que los catalanes celebran las derrotas. Porque estar comprometido con el referéndum que no fue, cuyo resultado no se pudo aplicar de ninguna manera, no parece un buen punto de partida para hacer política; pero tal vez no se trate de hacer política.
Sobre ERC, que ahora están muy pendientes de lo que llaman «ampliar la base», es decir aumentar el número de independentistas de tal manera que se refleje netamente en los resultados electorales, Turull dice que, «más que ampliar la base, es más partidario de cuidar la base». Dado que el planteamiento independentista no va a seducir a gente nueva, eso sólo se puede entender como el propósito de expandirse hacia el terreno de ERC.
Desde el punto de vista ideológico, afirma que JxCat «en el eje derecha – izquierda queda situado en medio», pero que «según en qué políticas es una formación de centro-izquierda». Sin embargo, ERC dice que JxCat es de centro-derecha, pero para él esto «es un recurso que no se agunta por ningún sitio, lo usan no sé con qué intención». Pues está claro, porque les interesa situarse en el mismo espacio.Finalmente, lo que parece una buena noticia, «no soy partidario de subir más los impuestos a los catalanes, queda desmentido por la frase siguiente: «A veces, sin embargo, para aprobar presupuestos debes tomar decisiones que no son exactamente las que querrías.» Tengo unos principios; pero si no les gustan, tengo otros.
