La encuesta del CEO publicada este miércoles presenta un panorama estable en la política catalana, salvo por el pronunciado crecimiento de Aliança Catalana, que le da un buen mordisco al electorado de los post convergentes.
El PSC mantiene su posición hegemónica con 39/42 escaños. Ahora tiene tiene 42. ERC 21/20, el PP 15/16, VOX 10/11, los Comunes 6/7 o la CUP 5/6 repiten el resultado, teniendo en cuenta el margen de error de la encuesta, de las elecciones pasadas.
El único cambio significativo lo protagonizan los partidos de la derecha independentista Junts y AC. En efecto, la alcaldesa de Ripoll, Silvia Orriols, diputada también en el Parlament, obtendría entre 6/7 diputados, gana 4/5, ya que tiene dos en el actualidad. Son los 4/5 que pierden los de Puigdemont que pasarían de 35 a 30/31.
Junts se atasca
El resultado de la encuesta resulta muy preocupante para Junts. No es capaz de quitarle votantes a ERC a pesar de la evidente división interna de los republicanos y su crisis reputacional. Por el contrario la alcaldesa de Ripoll le come el terreno desde la derecha con un discurso netamente independentista pero, sobre todo, antiinmigración, especialmente la musulmana, proisraelí y antiwoke.
Junts debe afrontar si le conviene mantener su apoyo al gobierno de Sánchez o romper para frenar la sangría de votos hacia la derecha. Asociarse a la coalición izquierdista que gobierna España esta dejando un espacio amplísimo a la derecha, que esta aprovechando AC con un discurso directo y radical. En estas condiciones veremos si Junts opta por apoyar los Presupuestos del Estado para 2025, a cambio de peix al cove o se inclina por romper con Sánchez y apoyar una moción de censura, hacer presidente a Feijóo y forzar, o no, nuevas elecciones. Difícil decisión.