El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha atacado al cardenal y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, por su papel mediador: «No se comportó como un hombre de Iglesia. Se comportó como un hombre de Estado. Y esto me parece inaceptable».
«Para los que somos católicos y cristianos me parece inaceptable. Se ha de estar al lado precisamente del débil, del que es perseguido, del que sufre; y estuvo al lado de los poderosos», ha dicho.
Aunque intentó una mediación, cree que lo hizo con poca convicción y que su actitud en conjunto fue mala: «En relación con los presos políticos, en relación a todos nosotros y al sufrimiento de nuestras familias no ha sido la un cristiano ejemplar», ha sostenido en una entrevista en TV3.
Críticas a Felipe VI
Sobre el papel del Estado Puigdemont ha afirmado que se ha incumplido la ley ante el proceso soberanista: «Es que ha habido un golpe de Estado. Se han roto todas las reglas constitucionales. El pacto del 78 no existe; es una fantasía».
Y lo ha justificado sobre todo por la reacción del poder judicial «con un ‘a por ellos’ permanente» y también a la actitud del Rey. Ha acusado a Felipe VI de tomar partido y romper toda la neutralidad, y ha añadido: «Debe explicarse este señor, porque, igual que yo, tenemos unas responsabilidades».
Ha añadido textualmente que creía que el Rey iba a comportarse como un monarca constitucional, pero «el día 3 (de octubre de 2017) el Rey se hace de un partido político». Puigdemont resume así el discurso de Felipe VI de aquél día de 2017: «Dice voy a por vosotros».
Gobierno de Sánchez
También se refiere al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al PSOE: recuerda tres conversaciones con él largas y muy interesantes; y lamenta que la combinación con Podemos no ha funcionando como debería, según ha señalado.
Ha añadido que tenía esperanzas en esa combinación PSOE-Unidas Podemos, pero considera que el tiempo no lo ha demostrado, aunque cree que un gobierno de ambos durante la época del 1-O no hubiera reaccionado como el del PP.