La AEB denuncia el arrinconamiento del castellano en las bibliotecas públicas catalanas

Un informe revela que más del 60% de los libros adquiridos en 2023 fueron en catalán, mientras que la presencia del castellano es reducida, especialmente en la sección infantil

Fachada de la Biblioteca Municipal de Nou Barris, en Barcelona
Vista de la fachada de la Biblioteca Municipal de Nou Barris, en Barcelona.

En el Día Mundial de las Bibliotecas, la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) ha hecho público un informe que pone de manifiesto la clara discriminación hacia los libros en castellano en las bibliotecas públicas de Cataluña. Según el análisis de los datos de adquisiciones de 2023, un 60,7% de los libros comprados fueron en catalán, mientras que solo un 37% correspondieron a obras en castellano. Esta tendencia revela un control lingüístico que, según la AEB, busca condicionar las preferencias de los lectores.

Los datos son especialmente alarmantes en la sección infantil, donde la presencia del castellano es casi residual en todas las provincias catalanas. Solo en Barcelona, dos de cada diez libros adquiridos fueron en castellano, una proporción que se reduce aún más en el resto de las provincias. En cuanto a la sección juvenil, los libros en castellano no alcanzan el 40% en la mayoría de las provincias, con Barcelona liderando una ligera ventaja. En contraste, en la sección de adultos, las adquisiciones en castellano superan a las realizadas en catalán en Barcelona, aunque en el resto de provincias el equilibrio es más notorio.

Menos ejemplares en castellano

El informe también destaca una preocupante tendencia: desde 2018, las compras de libros en castellano en la sección infantil han caído, mientras que las adquisiciones en catalán han ido en aumento. Además, la AEB denuncia que no solo se adquieren menos títulos en castellano, sino que, cuando se compran, se adquieren menos ejemplares por título que los equivalentes en catalán. En concreto, se compran 3,6 ejemplares más de cada nuevo título en catalán que de uno en castellano.

A pesar de esta disparidad, la AEB resalta un dato esperanzador: a medida que los lectores crecen, pasando de la sección infantil a la juvenil y adulta, la demanda de libros en castellano aumenta. Incluso con una oferta reducida, muchos de los títulos más prestados en las bibliotecas catalanas están en castellano, lo que indica una clara preferencia de los usuarios por esta lengua.

La AEB también ha puesto el foco en los fondos europeos destinados a las bibliotecas catalanas en 2021, que deberían garantizar que al menos el 50% de las adquisiciones fueran en castellano. La Generalitat recibió más de 900.000 euros, pero los datos hasta ahora no parecen indicar que estos fondos se hayan utilizado para equilibrar la oferta lingüística.

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