Jordi Basté, que siempre se ha declarado amigo de Oriol Junqueras, le reprocha el lenguaje del talego que utilizó en su entrevista en TV3. Sus respuestas «parecían escritas por José Antonio de la Loma en Los últimos golpes de ‘El Torete’, un lenguaje taleguero que me sorprendió».
La cuestión es que casi tres años en la cárcel siempre dejan huella, pero Junqueras no estaba en la sección de presos conflictivos, y es difícil creer que el tono adoptado fuera inconsciente. Da la impresión que siempre piensa lo que dice y cómo decirlo, incluso cuando es para no decir nada. «Junqueras no dijo nada que no supiéramos pero las maneras no eran las usuales.»
Basté intenta encontrar una razón política, una argucia de campaña: «Analicé (…) que la vuelta de Junqueras, con ese tono de quinta galería de la Modelo, era la llamada de la jungla de El rey león teniendo en cuenta que, comparativamente, Pere Aragonés es más Blancanieves. Junqueras rearmó a ERC. Fue un mensaje contundente (“he vuelto”) para fervor de los suyos.»