Mientras los Mossos buscaban el pasado 8 de agosto a Carles Puigdemont por toda Cataluña y activaban la controvertida Operació Gàbia, el líder de Junts hacía tiempo en un piso de Barcelona en el que permaneció hasta las 20.00 horas de aquella jornada. Así lo ha relatado este lunes en RAC1 el secretario general de Junts, Jordi Turull, quien ha explicado que el prófugo de la Justicia salió de la capital catalana horas más tarde de que el operativo de los Mossos fuera levantado.
Turull ha relatado que él mismo acompañó a Puigdemont a la capital catalana el 6 de agosto. La intención del diputado autonómico electo era asistir a la investidura de Salvador Illa y evidenciar su situación debido a que no se ha podido acoger aún a los beneficios de la Ley de Amnistía. Hasta la celebración del pleno en el Parlament, Puigdemont permaneció en un piso barcelonés, del que no salió hasta el mismo día 8. Sin embargo, según el relato de Turull, al observar, ya en un segundo piso, el dispositivo activado por los Mossos con motivo del discurso que daría en Arc de Triumf, el líder de Junts cambió de opinión y descartó la posibilidad de acercarse hasta la Cámara autonómica: «El dispositivo policial era desproporcionado, como si Puigdemont fuera un terrorista. En ningún caso es un despliegue como el de un debate de investidura normal. La seguridad no tenía nada que ver. Y creo que es entonces cuando el president cree que no tiene ningún sentido ir al Parlament«. Una decisión que Puigdemont tomó cerca de las 13.00 horas.
🔊 @jorditurull revela detalls desconeguts sobre la sortida de Carles Puigdemont: «A la carpa, decidim esperar una estona i anar a un pis. El president està a Barcelona fins a les set o vuit del vespre»
👉 L’entrevista sencera, aquí: https://t.co/WO3GauWoCX pic.twitter.com/6oAnyjbBNQ— El món a RAC1 (@elmonarac1) September 2, 2024
Tras decidir salir de nuevo de Cataluña, Puigdemont y Turull se dirigen a un tercer piso, al que llegaron en coche y accedieron a través del garaje. En este piso permanecieron ambos hasta cerca de las 20.00 horas, aún con el miedo de que «le pudieran detener». En su segunda huida, Puigdemont decidió no hacer noche en la llamada Catalunya Nord y prefirió viajar directamente hasta su residencia de Waterloo.