La muerte de Marta Ferrusola ha desatado reacciones encontradas, tanto en la prensa como en redes sociales. Así, mientras la prensa constitucionalista no ha hurtado en sus obituarios los casos de corrupción y las declaraciones xenófobas de la ex«primera dama» catalana, los medios nacionalistas en líneas generales han ensalzado su figura evitando los claroscuros de su biografía. En cuanto a la reacción de los partidos políticos, las comedidas y respetuosas han sido la norma, exceptuando la de los anticapitalistas de la CUP, que han publicado una fortografía invertida de Ferrusola con la frase: «¡Qué cada uno llore a sus muertos! ¡Feliz martes!».
La publicación ha despertado indignación en un amplio sector del nacionalismo, que no ha tardado en reaccionar ante el tuit de los antisistema. Una de las más duras ha sido la líder de la formación de ultraderecha separatista Sílvia Orriols —cuyos postulados xenófobos podrían encontrar un antecedente en los de Ferrusola—, que ha recriminado a la CUP: «La alcaldesa de Ripoll pide respeto por una catalana que ha muerto y por los familiares que la lloran. Pero la extrema izquierda, como se desprende del mensaje, solo sabe amenazar y reírse de los catalanes». Como colofón, ha tildado a la CUP de «irrisorios».