Un juez de Barcelona ha decidido aplicar la amnistía a 46 policías investigados por las cargas del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. El magistrado ha tomado dicha resolución al considerar que ninguno de los hechos investigados «superó el umbral de gravedad necesario para excluir la aplicación de la Ley de Amnistía». Tanto la Fiscalía como la Defensa habían solicitado la aplicación de la medida de gracia, y recordaron que los agentes actuaron en «cumplimiento de sus funciones». De esta manera, la causa queda archivada y la instrucción no seguirá adelante, con lo que los agentes ven extinguida cualquier responsabilidad criminal.
La noticia ha levantado la indignación de parte del separatismo, que consideran la medida de gracia solo debía beneficiar a los autores del procés y excluir a la policía nacional, a quienes consideran responsables de delitos de torturas y lesiones. La Assemblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural e Irídia —una organización de derechos humanos cercana a la extrema izquierda— han anunciado que recurrirán la aplicación de la amnistía a los agentes al considerar que la «violencia policial» pudo ser «degradante e inhumana». Asimismo, el presidente de la ANC, el cantautor nacionalista Lluís Llach, ha reaccionado así a la noticia: «Prevaricación y escarnio».