A nadie se le escapa el mal momento que atraviese el secesionismo, cuya desmovilización en la urnas lo abocó a perder la mayoría el pasado 12 de mayo. Ante este declive, el principal lobby del movimiento, la Asamblea Nacional Catalana (ANC), ahora presidida por el cantautor y activista Lluís Llach, ha anunciado una ruta estival para reflotar la causa separatista. Así, bajo el lema Reactivem-nos, Llach y el coordinador de la Comisión de acciones en el territorio, Jordi Pesarrodona, saldrán de gira por Cataluña para «escuchar al independentismo» y «reactivarlo». La iniciativa visitará distintas ciudades en las que organizarán distintos encuentros participativos.
Se trata, en palabras de la entidad de «fortalecer de nuevo la musculatura del independentismo y de la ANC», «animar a las bases para un nuevo embate» y «construir una nueva hoja de ruta, de abajo a arriba, que exprese lo que siente el independentismo». Es bien conocido el extremismo de la entidad, que se opone a cualquier tipo de negociación con el Gobierno central y reivindica la «confrontación» y el unilateralismo. Entre sus objetivos declarados, se cuenta que el socialista Salvador Illa no logre ser investido presidente de la Generalitat, hecho que supondría normalizar la «represión» española.