Ciertas voces constitucionalistas han criticado al PP catalán por no haber facilitado que el PSC presidiera la mesa del Parlament para evitar que lo hiciese el separatismo —como finalmente ha sucedido—. Este ha sido el caso del articulista de El Mundo Arcadi Espada, que un texto titulado Estos españoles, y aún españolazos, que han hecho presidente a Rull, denuncia que a «esta situación insólita han contribuido decisivamente el Partido Popular y Vox», señalando que «su actitud refleja la absoluta falta de grandeza y de sentido estratégico de la política española».
En cualquier caso, otras voces, como la del asesor y analista Pedro Herrero, se han preguntado: «¿Pero el PSC o Silvia Paneque [candidata socialista a presidir la Mesa] le pidió el voto a Vox y PP? ¿Negoció algo a cambio de sus votos? No recuerdo haberlo leído.». En esta línea se ha pronunciado el mismo líder del PPC, Alejandro Fernández, que un tuit que ha circulado con profusión ha mantenido: «La historia del PP catalán ha sido siempre la de sacrificar nuestras ideas y nuestro prestigio al servicio de un supuesto «bien superior»: antes ser palanganeros de CIU y ahora del PSC. Y los mismos que nos exigen ese sacrificio, luego nos desprecian por «no tener personalidad propia». Y ha remachado: «Pues se acabó: no volveremos a regalar nada a nadie «gratia et amore”. Quien quiera hablar con nosotros, deberá respetarnos de igual a igual. Con respeto.»