El lunes se celebrará la sesión de constitución del Parlament tras las elecciones del 12 de mayo. Y por primera vez en mucho tiempo todo está en el aire. La posibilidad de que los catalanes tengan que volver a las urnas está sobre la mesa. El socialista Salvador Illa, a pesar de haber ganado los comicios, parece tener cada vez menos posibilidades de convertirse en presidente de la Generalitat. El separatismo, al fin y al cabo, sigue teniendo la independencia como objetivo y la cercanía de ERC al PSOE en el Congreso le ha costado a los de Oriol Junqueras pasar de los 33 diputados de 2021 a 20 tres años más tarde. De ahí que los republicanos tengan que, como se suele decir, hilar fino si no quieren seguir perdiendo apoyo electoral.
Junts, ERC y la CUP negocian en estos momentos un acuerdo que les daría ventaja sobre el PSC de Illa. Conseguir la presidencia del Parlament les daría la potestad de decidir qué candidato puede presentarse a la investidura. Una potestad que podría impedir que el socialista Salvador Illa pudiera convertirse en presidente. Es lo que ya sucedió con Inés Arrimadas, cuando Roger Torrent no le permitió ser candidata, y lo mismo que ocurrió con el propio Illa en 2021, cuando a pesar de haber ganado las elecciones, no fue designado candidato por la Mesa.
Lista independentista unitaria
Illa no cuenta, de momento, con los apoyos necesarios para gobernar, mientras que Carles Puigdemont, si logra convencer a ERC y la CUP podría hacerlo aunque en minoría. Eso sí, Junts no parece dispuesto a ceder la presidencia de la Mesa a ERC. Además, la posconvergencia tiene, además, la vista puesta en la celebración de unas nuevas elecciones. Y la actual situación carga de razones a Puigdemont en su pretensión de conseguir una lista independentista unitaria, algo que lleva defendiendo desde 2020. Así, Junts ofrece a ERC nada menos que 25 puestos de salida en la lista electoral en caso de volver a las urnas. Una oferta no desdeñable considerando que los republicanos obtuvieron a principios de mayo 20 escaños y que, a medida que pasan las semanas, el apoyo va a menos. A esto se suma que ERC está ahora mismo inmersa en un proceso de preparación del congreso que ha de elegir a la nueva cúpula, tras la decisión de Oriol Junqueras y Marta Rovira de dar un paso atrás. No obstante, Junqueras podría barajar ser candidato una vez que se aplique la ley de amnistía, que dejará en suspenso la inhabilitación para cualquier cargo público a la que fue condenado en 2019.
La alternativa que le queda a Illa para controlar la Mesa del Parlament es lograr alcanzar un acuerdo con el PP y con los comunes. Pero esto tampoco está claro que pueda suceder, a pesar de que en el Ayuntamiento de Barcelona ha sido el popular Dani Sirera el que ha facilitado que el socialista Jaume Collboni pueda gobernar. Lo que parece claro es que ERC no apoyará un gobierno del PSC tras el batacazo del 12M y a pesar de que los comunes sí serían partidarios de un Parlament presidido por un republicano y un Govern liderado por el PSC y con componentes de ERC y del grupo de Jéssica Albiach.