El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusó este martes al juez Peinado de interferir en el proceso electoral para las europeas por citar justo esta semana a declarar a su esposa, Begoña Gómez, acusada de los presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción. Como se dice vulgarmente, la tortilla se ha dado la vuelta, y este miércoles ha sido el Tribunal Constitucional, presidido por Cándido Conde-Pumpido, cercano al PSOE, el que ha dado a conocer una sentencia que invalida la posibilidad del voto telemático en el Parlament catalán. Una argucia ideada por los separatistas en el pasado para que el fugado Lluís Puig (Junts) pudiera votar desde Bruselas y que fue recurrida por el PSC.
El problema ahora es que, además de Puig, quien debería utilizar este voto telemático «transitorio» es el también fugado Carles Puigdemont, que tenía previsto utilizar esta vía para participar en la sesión de constitución del nuevo Parlament, que se celebrará el próximo lunes. Una sesión en la, por el contrario, sí podrá votar el republicano Rubén Wagensberg, porque, aunque también se ha huido de España, justificó ante la Cámara su salida mediante una baja médica que aún permanece vigente. Esta baja permitirá a Wagensberg participar delegando su voto.
Decidirán los comunes
Será la mesa de edad, formada por Agustí Colomines (Junts), Mar Besses (ERC) y Julia Calvet (Vox), la que decida si acata o no la sentencia del TC. La mayoría en este caso es independentista pero no está claro qué puede suceder. En el caso de que se acuerde respetar la sentencia, lo que estará en juego será la presidencia de la Generalitat pues ha de ser el presidente del Parlament el que decida qué candidato puede presentarse a la investidura. El socialista Salvador Illa ganó las elecciones pero todo indica que no podrá llegar a un acuerdo con ERC y los comunes, por lo que, necesitaría al PP para sumar los 57 diputados que ya tienen las fuerzas separatistas. La ecuación la tendría que resolver Jéssica Albiach, que podría forzar el desempate. En caso de que esto no sucediera tras cuatro votaciones, la presidencia de la Cámara quedaría en manos del PSC como ganador de las elecciones.