La transformación de la sociedad catalana es una evidencia que ya no se puede discutir. Así lo refleja el estudio Cataluña: declive demográfico de una sociedad multicultural, elaborado por Joaquín Leguina y Alejandro Macarrón para el Observatorio Demográfico CEU-CEFAS, que ofrece datos ciertamente llamativos. Así, por ejemplo, este estudio recoge que en Cataluña nacen solo 49 niños de madres españolas por cada 100 defunciones de españoles nativos. Por el contrario, en el caso de los extranjeros, las cifras no tienen nada que ver. Por cada 100 extranjeros fallecidos en esta comunidad autónoma nacen 599 niños de madres nacidas en fuera de España.
«Hay una diferencia radical en los saldos vegetativos, entre nacimientos y defunciones», explican los autores de este estudio, «en 2022 hubo el doble de fallecimientos de residentes en Cataluña nacidos en España -en la propia Cataluña o en otra comunidad autónoma- que nacimientos de madres nacidas en nuestro país. En el caso de las muertes de extranjeros nativos y los nacimientos de madres nacidas en el extranjero, el balance es totalmente distinto: apenas 0,17 muertes por nacimiento. La razón de esta asimetría tan enorme es que los españoles tienen menos hijos por mujer que los extranjeros (en particular, que los inmigrantes musulmanes, tan abundantes en Cataluña) y mucho más porcentaje de población anciana».
La provincia catalana más afectada por esta situación es Lleida, donde, según este trabajo y con los datos del INE, en 2022 nacieron 42 niños españoles por cada 100 fallecimientos de españoles nativos y 793 extranjeros por cada 100 defunciones de extranjeros nativos. En Barcelona fueron 50 niños españoles frente a 643 extranjeros mientras que en Tarragona los números registrados en aquel año fueron de 49 niños españoles y 473 extranjeros. En el caso de Girona, nacieron 50 niños españoles por cada 100 fallecidos de la misma nacionalidad y 454 de madre extranjera por cada 100 defunciones de extranjeros nativos.