El candidato del PSC, Salvador Illa, se ha marcado entre sus objetivos que las empresas que se marcharon de Cataluña debido a la inestabilidad generada por el procés regresen a territorio catalán. Se trata de un propósito compartido con el nacionalismo catalán, pero las formas difieren sustancialmente. Y es que, si Junts per Catalunya propone multar a las empresas para obligarlas a retornar a la comunidad autónoma catalana, Illa pretende seducirlas para que lo hagan. El secreto, según ha explicado en un acto organizado por El Periódico de Cataluña, pasa por atraer a las compañías mentadas «con estabilidad, sin amenazas y agilizando la Administración pública».
Por otro lado, el candidato socialista ha negado que Cataluña sea «un infierno fiscal» como denuncias las voces críticas, pero ha señalado que tampoco puede ser un paraíso fiscal. «Ni infierno, ni paraíso: purgatorio», ha defendido. «Los impuestos son siempre un purgatorio porque nadie quiere pagarlos», ha recordado. Sea como sea, Illa cree que lo que es necesario en Catalán es una «fiscalidad justa». Recordemos que el PSC ha defendido en esta campaña el llamado «principio de ordinalidad», que aboga por que la inversión que se realice en las comunidades que más recauden sea mayor y, de esta forma, poner limites a la solidaridad entre regiones.