El exlíder del PSOE en el País Vasco, Nicolás Redondo Terreros, hijo de mítico sindicalista Nicolás Redondo, respalda un manifiesto en el que se pide abiertamente a los constitucionalistas catalanes no votar al PSC ni a Salvador Illa porque el candidato socialista «se ha apartado de la senda constitucional, por más que pretenda hacer ver que la defiende cuando ello conviene a sus intereses electorales». El manifiesto, que será presentado el próximo día 7 de mayo en Barcelona (Hotel NH Collection Constanza, calle Deu i Mata 69, a las 19.00 horas) ha sido promovido por constitucionalistas como Teresa Freixes, Sergio Fidalgo, Miriam Tey y Joaquín Villanueva, además del propio Redondo Terreros.
En el manifiesto, los constitucionalistas recuerdan que Illa «se ha limitado a apoyar todas las demandas de los que intentaron acabar con nuestras libertades mediante el pretendido referéndum del 1 de octubre de 2017 o la declaración unilateral de independencia que consideran algunos actualmente vigente». Además, añaden, Salvador Illa negó antes de las elecciones generales del 23 de julio que no habría amnistía y «ha apoyado con entusiasmo todos los excesos de Pedro Sánchez».
Los promotores del manifiesto consideran que «es imprescindible que el electorado catalán sea consciente de la importancia de su voto». Y le piden no dejarse engañar «por los cantos de sirena de aquellos que, bajo la promesa de pasar página o recoser heridas, se han limitado a apoyar» a los separatistas. Preocupados por los resultados de las elecciones catalanas del 12 de mayo, este grupo de constitucionalistas recuerda en su manifiesto que el separatismo «tendrá capacidad para truncar» la voluntad de los ciudadanos de pertenecer a «una democracia asentada y equiparable» a la de los países del entorno de España.
La «desordenada ambición» del presidente
Acusan a Pedro Sánchez de «desordenada ambición» y le acusan de aliarse «con partidos que tienen como objetivo destrozar nuestro sistema constitucional para construir sus repúblicas imaginarias«. Algo que ha puesto en riesgo «la convivencia pacífica y libre entre españoles». «Hoy estamos más divididos que ayer, hoy la concordia necesaria para que el sistema democrático funcione ha desaparecido, hoy la sensación de estar ante las dos Españas beligerantes, cainitas, es una triste realidad que comprobamos continuamente en el espacio público español», recuerdan en el manifiesto.
Los promotores de este documento (que puede consultar en este enlace) consideran que la política catalana es una «mezcla de fanatismo y fantasía, de sectarismo y quimeras, que ha contagiado a la política española». Aseguran que, en los peores momentos del procés, los ciudadanos tuvieron que aguantar «una violencia, tanto física como psicológica, dirigida a formalizar la opresión nacionalista en todas las facetas profesionales y en aras de una pretendida Cataluña en la que solo cuentan los ciudadanos partidarios de su paranoica cosmovisión».