A efectos internacionales, el anuncio de la posible dimisión de Pedro Sánchez debido a la supuesta persecución judicial a la presunta corrupción de su esposa, Begoña Gómez, no está dejando en buen lugar al presidente socialista. Como era previsible, la noticia aparece en las portadas de los principales medios, pero todos ellos vinculan el anuncio a la corrupción de su consorte y evitan en todo momento hablar de lawfare —término que remite a la persecución judicial que tiene lugar por motivos ideológicos—. Por ejemplo, El Financial times lleva el siguiente titular: «El Primer Ministro español suspende sus obligaciones públicas después de que su mujer sea investigada por corrupción».
No muy distinta es la visión del asunto que se refleja en el titular del Telegraph: «El presidente del Gobierno español suspende sus funciones a la luz de la investigación de su esposa». En Francia, el tratamiento es similar. El diario de referencia de la izquierda francesa, Le Monde, titula de esta manera: «Tras la apertura de una investigación contra su esposa, Pedro Sánchez amenaza con dimitir». Y en Italia, el Corriere della Sera también lo hace en términos aún más directos: «La primera dama está bajo investigación por corrupción». Mientras, en la prensa estadounidense también se ignora el supuesto lawfare al que estaría sometido el presidente del Gobierno. Por una lado, el New York Times señala: «El líder de España dice que está considerando dimitir mientras su mujer se enfrenta a una investigación». Por otro, la CNN informa de que «Sánchez de España dice que «reflexionará» sobre si seguirá siendo primer ministro mientras el tribunal investiga a su esposa».