El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha informado este miércoles a los ciudadanos de que se toma un tiempo, hasta el próximo lunes, para decidir si se mantiene o no en el cargo. Un anuncio que ha formulado tras conocerse que el juzgado de Instrucción número 41 de Madrid ha aceptado a trámite una denuncia del sindicato de funcionarios Manos Limpias contra su esposa, Begoña Gómez. El sindicato acusa a la mujer de Sánchez de un presunto tráfico de influencias, que habría beneficiado a diferentes empresas para conseguir adjudicaciones de concursos públicos.
En su carta, Sánchez se presenta como un hombre «profundamente enamorado» de su esposa que está «viviendo con impotencia la máquina del fango que sobre ella esparcen día sí día también». El socialista acusa de esto a lo que llama «la galaxia digital ultraderechista» que estaría haciéndole el juego tanto al PP como a Vox.
«Necesito parar y reflexionar», ha asegurado en su escrito, «me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor. A pesar de la caricatura que la derecha y la ultraderecha política y mediática han tratado de hacer sobre mí, nunca he tenido apego al cargo».