El fin del Ramadán en Lleida se ha convertido en polémica tras publicar el diario Segre cómo esta celebración afecta a las mujeres musulmanas. Y es que, según este medio, las musulmanas que han participado en el festejo lo han hecho al margen de los hombres y rodeadas por unas vallas de obra que impedían que fueran observadas. La escena se ha producido en el Parc de la Mitjana, donde unos 300 musulmanes de la comunidad Shura han rezado la oración que pone fin al Ramadán, según ha explicado Segre. El mismo medio ha señalado que, según la explicación de un representante de la comunidad Shura, esta separación de las mujeres «no es una indicación explícita de la religión musulmana» sino que «se trata de una tradición».
En redes sociales como X la escena ha generado fuertes críticas. Sobre todo entre los simpatizantes de la formación ultraderechista Aliança Catalana, que tienen como adversarios predilectos a los inmigrantes musulmanes. La líder del partido, Silvia Orriols, que el martes aseguraba que los catalanes son una etnia, ha acusado a los musulmanes de tratar a las mujeres «como a ganado» y se ha preguntado si serán multados por la consellera de Feminismos e Igualdad, la republicana Tània Verge.
Pero no ha sido, sin embargo, Orriols la única que ha puesto el grito en el cielo ante tal escena. Otros muchos se han mostrado indignados ante lo que consideran un trato denigrante a la mujer.