La neutralidad del espacio público no es moneda corriente en Cataluña, especialmente después del procés. Sin embargo, en elecciones es imperativo las instituciones no tomen partido político durante el periodo electoral. Así, gracias a una denuncia, la asociación constitucionalista Impulso Ciudadano ha conseguido que el Ayuntamiento de la Ametlla de Mar, gobernado por Junts y PSC, se vea obligado por la Junta Electoral a retirar los símbolos separatistas que presiden la institución. También habrán de hacerlo de la Oficina de Turismo de la localidad. En concreto, se exige que se retiren pancartas a favor de los antiguos políticos presos —ya indultados—, así como banderas esteladas.
Por otra parte, la Junta Electoral advierte al consistorio gobernado por las fuerzas catalanistas que, una vez retirados los símbolos —acción que deben cumplir en un plazo máximo de 24 horas—, «se abstengan de colocar bandera, símbolo o pancarta alguna en bienes de dominio público en sustitución de los retirados, salvo las banderas oficiales». De la misma manera, neoconvergentes y socialistas catalanes deberán abstenerse de «permitir hechos similares» y cumplir «estrictamente su obligación de velar por la neutralidad política durante el proceso electoral en curso».
