Carles Puigdemont vuelve a la política catalana 7 años después del 1-O dispuesto acabar lo que empezó en uno de los momentos en que el independentismo está más fragmentado. Al margen de todo lo que se ha dicho, la realidad es que Puigdemont no perdona al PSOE que apoyara al Gobierno de Mariano Rajoy en la aplicación del artículo 155 de la CE. Por ello, el escenario electoral se le complica mucho a Pedro Sánchez y pone en duda una vez más la estrategia planteada con la Amnistía que se promociona desde Moncloa.
Sin entrar a valorar la Amnistía (una norma que hasta el CGJP ha calificado de inconstitucional) el PSOE tenía entre manos un escenario político muy ventajoso en Cataluña, con unas encuestas que daban (y dan) a Salvador Illa una victoria bastante consolidada pero que necesitará llegar a pactos postelectorales si quiere llegar a la Generalitat.
El PSC quería poner en valor la aprobación de la amnistía como un instrumento de concordia y vuelta a la normalidad institucional en Cataluña
En ese escenario electoral, el PSC quería poner en valor la aprobación de la amnistía como un instrumento ‘de concordia’ y de vuelta a la ‘normalidad institucional’ en Cataluña. Sin embargo, con la irrupción del ‘expresident’ como candidato en la precampaña electoral, complica mucho ese mensaje que se quería transmitir. Pese a ello, los socialistas tienen un cierto margen de maniobra en la campaña electoral para poder plantear un escenario electoral en el mensaje sería que Salvador Illa representa el futuro y Puigdemont el pasado, pero lo verdaderamente complicado será cerrar los pactos postelectorales, porque Pedro Sánchez necesita tanto a ERC como a Junts (y también a PNV y EH Bildu en el país Vasco) para permanecer en el Gobierno y poder aprobar los PGE en 2025 tras asumir que este año no habrá presupuestos.
La realidad es que Puigdemont no perdona al PSOE que apoyara al Gobierno de Mariano Rajoy en la aplicación del artículo 155 de la CE
Ese juego de equilibrios (casi) imposible hace que puedan haber dudas sobre la continuidad del actual Gobierno cuando se formen las nuevas mayorías en el Parlament y en el Lehendakaritza. Si Sánchez opta por escoger a ERC en Catalunya y a PNV en el País Vasco podría suceder que Junts y Bildu se planteasen dejar caer al Gobierno. Y si escoge a otros socios, también se encontrarán en el mismo escenario.
La pregunta que muchas personas se harían si estuvieran en Moncloa es si verdaderamente la estrategia que han seguido con la amnistía ha servido de algo, o si volvemos a estar en el mismo punto de partida que hace 7 años.