El Govern presidido por el republicano Pere Aragonés tiene en estos momentos dificultades para pagar las facturas de sus proveedores. Y, como suele ser habitual, se escuda en el Estado para justificar esta situación que le ha obligado a informar a todas las entidades públicas que retrasará estos pagos hasta el 31 de marzo, según ha confirmado elliberal.cat. En ese escrito, la Generalitat avisa de que no podrá afrontar «todos los compromisos adquiridos«.
Los afectados por esta situación son el pago de la deuda, los «proveedores con un fuerte componente nómina» y el propio personal de la Generalitat. A todos ellos ha informado el Ejecutivo de ERC de que hasta el 31 de marzo «no se podrán atender todos los compromisos adquiridos con los proveedores o beneficiarios de subvenciones». Así, los últimos de la lista a la hora de cobrar serán los autónomos y aquellos que hayan recibido una subvención de la Generalitat.
Ambos medios aseguran que la Generalitat ha culpado al Estado de esta situación pues el Gobierno del socialista Pedro Sánchez aún no ha aprobado los Presupuestos Generales y esto ha retrasado la llegada a Cataluña de las transferencias correspondientes. Ante esta situación, desde la Generalitat, se barajan soluciones como que el Estado realice un adelanto a Cataluña para poder afrontar estos pagos, por lo que la situación podría quedar resuelta en el mes de abril.