Tal y como era de esperar, comienzan ya las movilizaciones contra el acuerdo entre el PP y Vox en Baleares para que el castellano vuelva a tener presencia tanto en la Administración como en las aulas. Así, el viernes se concentraron ante el Ayuntamiento de Ciutadella, en Menorca, miembros de la Plataforma per la Llengua de las Islas ante la negativa del Consistorio a colgar en la fachada del edificio municipal una pancarta en defensa del catalán. A la vez, un grupo de unos 500 sanitarios han comenzado una campaña para comunicarse únicamente en catalán. Son solo dos actos que tienen como objetivo el de mantener la inmersión lingüística en las Islas pero todo indica que, a medida que se avance en el objetivo de recuperar el castellano, estas movilizaciones, orquestadas por la izquierda y los ultranacionalistas en contra del Govern de la popular Marga Prohens, irán más.
En Menorca, la plataforma pidió en diciembre al Ayuntamiento poder colocar una pancarta en defensa del catalán en la fachada con motivo de la celebración de la Diada de Menorca. El Consistorio les solicitó los datos sobre la misma y, tras recibirlos, comunicó a la entidad ultra que no autorizaba la instalación.
Imposición en la sanidad
En cuanto a la campaña emprendida por Sanitaris per la Llengua, que cuentan con el apoyo de la entidad ultra OCB, se trata de una acción que tiene como objetivo vivir totalmente de espaldas al castellano. En el decálogo de esta entidad, se promueve que estos profesionales empleen como «patrón de conducta» únicamente el catalán en su ámbito de trabajo aunque también se indica que, si el paciente lo requiere, podrán atender en castellano. Para poder ser identificados, portarán en sus espacios de trabajo unos pins en los que se identifican como «sanitaris per la llengua».