La izquierda catalana más combativa multiplica los gestos a favor de Palestina en el conflicto que mantiene con Israel. Así, si la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, acudió al último pleno envuelta en un pañuelo palestino «por las niñas y niños» de Gaza», ahora tres activistas por la paz arrancaron ayer una huelga de hambre exigiendo un postura favorable «inmediata» a la causa palestina. Y entre ellos se encuentra la exdiputada de la CUP, Gabriela Serra. La política nacionalista, que iba acompañada de otros dos conocidos activistas como Luz Mascaray y Martí Olivella, exigen a Sánchez que cancele el comercio de armas con Israel y que España apoye la denuncia de Sudáfrica contra este país en la Corte Penal Internacional de Justicia de la ONU por un presunto genocidio en Gaza.
Los tres activistas han informado de que subsistirán solo ingiriendo agua y que solo detendrán su iniciativa si el equipo médico que les hace el seguimiento detecta peligros para su salud. Los tres han asegurado, empero, que «resistirán hasta qué puedan, que de eso se trata». Serra explica que la huelga se enmarca dentro de «otras acciones y protestas» de «lucha no violenta» a favor del pueblo palestino. El manifiesto aclara que «dejar de comer es un acto de empatía con las personas que están sometidas a sufrir hambre de paz cada día». Asimismo, señala el hartazgo ante «tantas décadas de colonización, de ocupación, de apartheid, de asesinatos y bombardeos asimétricos del Estado de Israel contra la población palestina».