Como ya hiciera cuando comenzaron las protestas por sus acuerdos con los separatistas catalanes, el PSOE ha recurrido de nuevo al victimismo, tras la humillación que sufrió este martes en el Congreso de la mano de Junts. Así, la formación ha denunciado este miércoles que su sede del municipio madrileño de Alcalá de Henares ha sido supuestamente asaltada «con violencia» por «tres jóvenes» que habrían entrado a la misma profiriendo «gritos e insultos contra el Partido Socialista y el presidente del Gobierno de España», según ha informado la formación en un comunicado.
En la misma nota, los socialistas han asegurado que este presunto asalto es «claro resultado del preocupante clima de crispación que ha generado en nuestro país la actitud de una derecha y una extrema derecha irresponsable, que basa su estrategia en el discurso del odio y la mentira para generar un clima irrespirable». El partido ha vinculado lo sucedido con sus acuerdos con Junts y ERC al asegurar que se ha producido el mismo día en el que se votaba la ley de amnistía en el Congreso.