El nuevo objetivo inmediato del nacionalismo no debería ser un referéndum de autodeterminación, sino un pacto fiscal para que Cataluña que le garantice una suerte de «secesión» económica. Esto es lo que ha aconsejado el expresidente de la Generalitat Artur Mas en declaraciones a La 2 y Ràdio 4, dado que según él un «referéndum sobre la independencia de Cataluña no saldrá en esta negociación». Siendo así, es necesario poner sobre la mesa «algún otro gran tema de país» y el «pacto fiscal bilateral lo es».
Y es que según el expresident que dio el pistoletazo de salida al procés «los partidos independentistas deben plantarse y hacer entender al PSOE que la reclamación catalana es tener un sistema de financiación propio» que posibilite que la Cámara catalana «tenga los mismos poderes legislativos» que su homóloga vasca y que «la agencia tributaria dependa del gobierno de Cataluñaa, exactamente igual que las agencias tributarias vascas dependen de las diputaciones forales». Esto es, «que todos los impuestos se recaudasen y gestionasen en Cataluña».