Las políticas lingüísticas hostiles al castellano no solo las imponen los partidos estrictamente nacionalistas. El Ayuntamiento de Piera, en Barcelona, gobernado por Sumem Piera y Esquerra Republicana de Cataluña, ha acordado vetar el castellano en sus comunicaciones oficiales. Según el artículo 5 del acuerdo inicial para la aprobación del nuevo Reglamento Orgánico Municipal, «toda la documentación oficial» se redactará «exclusivamente en catalán a excepción de la que tenga que salir en lugares en los que el catalán no sea lengua oficial o que el interesado solicite explícitamente su traducción a otra lengua».
El hecho ha sido dado a conocer por la entidad constitucionalistas Convivencia Cívica Catalana, cuyo presidente, Ángel Escolano, ha explicado en la red social X (antes conocida como Twitter: «El Ayuntamiento de Piera (Barcelona), gobernado por Sumem Piera y ERC, ha acordado el arrinconamiento del castellano en las comunicaciones oficiales. Por ello, Convivencia Cívica Catalana amenaza con llevar al consistorio a los tribunales si no recula y trata por igual el español y el catalán, las dos lenguas oficiales de Cataluña».