Salvador Sostres, en el Diari de Girona Els que guanyen i els que perden, evoca una conversación de hace cinco años entre Iñigo Urkullu (PNV) y Josep Antoni Duran i Lleida (UDC) —y se non è vero, è ben trovato—: «¿Pero qué estáis haciendo en Cataluña?» Entonces se formalizaba la coalición entre CDC y ERC, llamada Junts pel Sí, cuyo gobierno acabó proclamando la independencia en octubre de 2017.
«El enemigo es Bildu. PP y PSOE son los diferentes adversarios con los que pactamos dependiendo de quién manda en Madrid», afirmó Urkullu. Dice Sostres: «Era lo que pensaba Duran pero ya era tarde. Mas había elegido su propia aventura y fue la aventura del mayor fracaso personal, político, económico y social que ha conocido España desde la República.» La carrera política de Mas ya no le importa a nadie, ni a él mismo; del fracaso político que acarreó al país entero aún no nos hemos recuperado.
«Mas rompió con Unió para correr a los brazos de ERC. Perdió la centralidad, su hegemonía electoral y la CUP le acabó cortando la cabeza y diciéndole que le tiraban a la papelera de la historia. Es lo menos que en política te pasa cuando renuncias al centro, cuando pierdes estabilidad, cuando olvidas que sólo la moderación es constructiva y te alías con los que hasta entonces perdían las elecciones y sabían que sólo podrían ganarlas vampirizándote y haciéndote quedar mal.»