Un año antes de que se celebrara el referéndum ilegal de octubre de 2017, el hoy vicerrector de la UB, Jordi Matas, catedrático de Ciencia Política y presidente de la Sindicatura Electoral del 1-O, entre otros muchos cargos, comenzaba, presuntamente, su acoso a una joven estudiante de 21 años que le había solicitado que dirigiera su trabajo de final de grado (TFG). Según el relato de la presunta víctima, recogido por eldiario.es, Matas habría pasado meses intentando mantener una relación con ella.
Todo comenzó cuando la joven le solicitó que dirigiera su TFG. Matas y la estudiante tenían una relación meramente académica que, con el paso de las semanas, se convirtió en una amistad. Tras llevarla a comer a un restaurante fuera de Barcelona, fue cuando la estudiante comenzó a sentirse incómoda. Y es que Matas, según su relato, empezó a enviarle mensajes que indicaban que quería algo más. Según recoge el digital, el catedrático llegó al extremo de explicarle que había tenido dos sueños eróticos con ella: «Los dos nos lo pasábamos muuuuy bien [sic] y siempre eres tú quien lleva la iniciativa de todo lo que hacemos [en el sueño]».
«Pasas de mí olímpicamente»
Padre de cuatro hijos, miembro del Consell Rector del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat, colaborador de medios como Catalunya Ràdio, Matas, según el relato de la joven, se había empeñado en conquistar a la estudiante y, al ver que esta no accedía a sus deseos, comenzó a perseguirla por las instalaciones de la UB mientras le recriminaba que pasara de él «olímpicamente». Algo que llevó a la presunta víctima a pedir ayuda, tanto a su entorno (con el que abrió un grupo de Telegram para contarles lo que estaba sufriendo) como a algunos docentes de la universidad barcelonesa.
En su afán de conseguir tener una relación con la joven, Matas llega a extremos deplorables. Y es que, por ejemplo, le recriminaba que no respondía a sus mensajes con la misma rapidez con la que él lo hacía. «Lo peor es que sabes que tengo razón pero no lo sabes admitir», le asegura en uno de esos mensajes, «no es malo reconocer que los otros tienen razón. Al contrario, es un buen indicador de la inteligencia de las personas».
La UB archivó la denuncia
En marzo de 2017, la joven, que había tenido que ser, incluso, sacada por sus amigos de la UB por una ventana para que Matas no la encontrara, denunció los hechos ante la Unidad de Igualdad de la UB. Un comité formado por tres hombres archivó el caso. A finales de 2020, el actual rector de la UB, Joan Guàrdia, incluyó a Matas en su candidatura y, al recibir las quejas de varios grupos de alumnos que conocían el caso, se comprometió a contar con vicerrectores que estuvieran «comprometidos con la política de tolerancia cero con las desigualdades de género». Meses más tarde, otorgó a Matas el vicerrectorado de Relaciones Institucionales, Comunicación y Política Lingüística.
Ante esta denuncia, entidades como la Assemblea de Lletres de la UB han convocado para este martes una protesta ante el claustro de la facultad. Acusan a la UB de «encubrir a un profesor agresor» y aseguran que este no es «un caso aislado».