Muchos catalanes han observado estos días con cierta conmoción cómo una de las empresas más tradicionales de esta comunidad, Catalana Occidente, desmontaba los letreros luminosos con los que se daba a conocer. En contra de lo que pudiera pensarse, no se trata de que la aseguradora no quiera ser identificada con Cataluña. A lo largo de este año, Catalana Occidente ha formalizado una operación de fusión con las compañías Plus Ultra y Seguros Bilbao cuyo resultado es el grupo Occident. Está previsto que en breve se integre también en el mismo NorteHispania, según informaba en octubre El Debate.
Occident, cuya imagen corporativa no estará vinculada a ningún territorio español, nacerá con 4,5 millones de asegurados, 15.000 mediadores y una red de atención al cliente formada por más de 1.300 oficinas y unos 2.700 profesionales. El Grupo Catalana Occidente, por su parte, ha pasado a denominarse GCO, un nombre que la compañía considera que es más adecuado para su expansión internacional.
GCO, cuya sede principal se encuentra en Sant Cugat del Vallés, fue una de las empresas que decidió trasladar su sede social fuera de Cataluña en otoño de 2017, a causa de la celebración del referéndum ilegal separatista. La compañía se instaló en Madrid.
Disgusto separatista
Como era de esperar, muchos separatistas han mostrado su disgusto en redes sociales por la decisión de la compañía de cambiar el nombre. Algunos han llegado al extremo de acusarla de «colaboracionista«, palabra con la que se definía a aquellos que cooperaron con el nazismo en Francia.