El PSOE parece dispuesto a hacer lo que sea con tal de satisfacer a los separatistas catalanes y mantener el apoyo de Junts y ERC a lo largo de la legislatura. Así, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, no ha dudado este miércoles en humillarse a sí mismo para contentar a un crecido Gabriel Rufián a la hora de conocer lo que está pasando en las manifestaciones contra la amnistía que se celebran desde hace más de un mes en la calle Ferraz de Madrid. Rufián se ha referido a los manifestantes como «fascistas con el brazo en alto», «asquerosos misóginos» y practicantes del rosario «como si fueran vampiros». Y ha exigido al ministro la reforma del Código Penal y de la Ley de Memoria Histórica para arremeter contra estos ciudadanos.
Nada de ello le ha afeado Grande-Marlaska, que solo ha matizado que «una parte» de estos manifestantes son «fascistas». El ministro ha presumido de que, a lo largo de este mes, la Policía Nacional ha detenido en Ferraz a 78 personas por «la comisión de supuestos delitos» y ha identificado a 1.978 personas por presuntas infracciones administrativas. Todo esto en boca de un ministro que apoya una ley de amnistía que perdonará a los radicales separatistas catalanes hechos tan deplorables como, por ejemplo, haber incendiado el centro de Barcelona durante una semana en octubre de 2019 o la toma y bloqueo del Aeropuerto del Prat en las mismas fechas.