El departamento de Igualdad y Feminismos, dirigido por Tània Verge, ha dado luz verde al primer plan que tiene como objetivo «combatir la presión estética«. Se trata de «dejar de estar en guerra contra el propio cuerpo», ha explicado la consellera en un mensaje publicado en X, «porque lo personal es político, porque la apariencia no determina nuestro valor social y para que podamos vivir libres». El plan cuenta con un total de 68 medidas y un presupuesto de 10,6 millones de euros para intentar desde ocho ámbitos diferentes que esta presión estética desaparezca, en la medida de lo posible, de la sociedad catalana.
«La presión estética impacta sobre la autoestima y la salud, tanto física como mental», ha recordado la conselleria en otro mensaje publicado en X, «el plan es una iniciativa sin precedentes en el ámbito internacional, que ataca tanto las causas como las consecuencias de esta violencia«. Para acabar con esta situación, el plan propone medidas como alcanzar «un acuerdo de país» con las principales marcas de moda «para fomentar la aceptación del propio cuerpo». Además, las tiendas de ropa deberán «asegurar la disponibilidad de tallas para todos los cuerpos». En el caso de desfiles de moda como la pasarela 080 Barcelona Fashion, el plan fomentará «la incorporación de cuerpos diversos».
68 medidas por la diversidad corporal
El plan se dirigirá también hacia TV3, a cuya plataforma digital, Som 3, pedirá que incorpore «la diversidad corporal» en su programación. Lo mismo hará «con otros operadores públicos y privados». En lo que al sector publicitario se refiere, se buscará un acuerdo para «adoptar una publicidad más igualitaria y para la identificación de imágenes que hayan sido manipuladas o retocadas». Se activará, por otro lado, un plan de choque contra los trastornos de la conducta alimentaria, que se llevará a cabo a través de los servicios de Atención Primaria y de Salud Mental. En el ámbito laboral, se promoverá el uso de uniformes «que eviten la presión estética y respeten la diversidad de cuerpos», mientras que en el deportivo se recomendará no utilizar equipaciones que «sexualicen a las mujeres». El plan también se aplicará en el sector educativo, incluyendo contenidos sobre la presión estética en los programas y revisando «el curriculum específico de educación física para incorporar la diversidad de cuerpos y la neutralidad corporal».