Cuando los gobernantes del Estado de Derecho no respetan el Estado de Derecho, nadie respeta el Estado de Derecho.
Por más de derechas y detestables que nos parezcan Aguirre y Aznar, cuando se manifiestan frente a las sedes del PSOE sin comunicación ni permiso a la Delegación del Gobierno para hacerlo, ni el Gobierno de España, ni la prensa de su pesebre, tienen autoridad moral alguna para criticarles, cuando simultáneamente están aplaudiendo y proponiendo que se amnistíe a los que se manifestaron sin ningún tipo de permiso e incendiaron las calles de Cataluña durante 4 años, causando vandalismo y destrozos millonarios en autopistas y aeropuertos.
Si aquello es perdonable para Sánchez y sus corifeos, con qué cara van ahora a rasgarse las vestiduras y criticar a estos señoritingos de la derecha.
Si se concede esta repugnante amnistía a vándalos, aprendices de terroristas y corruptos económicos, España será muy difícil de gobernar de ahora en adelante. La ley mordaza, de facto, ya ha quedado derogada.