Claudia Perellano es empresaria, ingeniera de sistemas, dominicana y la primera mujer presidenta de la Asociación de Zonas Francas de las Américas (AZFA), entidad sin ánimo de lucro que promueve la cooperación entre sectores públicos y privados en todos los países del continente americano y, desde España, en Europa. El próximo día 8 inaugurará, junto a Pere Navarro, delegado especial del Estado en el CZFB, y Mohammed Al Zarooni, Chairman de WFZO, la XXVI Conferencia de Zonas Francas de Iberoamérica en DFactory (CZFB). Se tratarán aspectos como la eficiencia energética, la logística o la innovación tecnológica, como ejes de transformación de las zonas económicas mundiales.
Y de pronto, Barcelona…
Cada año hacemos la Conferencia en distintos países del mundo. El hecho de que este año sea Barcelona nos viene como anillo al dedo, porque estamos en ese punto en el que tenemos que continuar reinventándonos, ver qué viene por delante y cómo innovar, sin perder la vigencia que ahora tenemos.
Háblenos un poco de AZFA
Nuestra asociación tiene una incidencia muy fuerte en la sostenibilidad económica. Para dar una idea, conglomera más de 6oo parques de zona franca, dentro de las cuales hay más de 13.000 empresas, muchas de las cuales son multinacionales y emplean formalmente a 1,2 millones de personas, que contribuyen a los sistemas de seguridad social.
¿Cuáles son sus objetivos?
Los países, en general, tienen 4 metas: la generación de empleo; la transferencia tecnológica, que está muy ligada el nivel de educación del país que, de por sí, es motor de crecimiento; la captación de inversión extranjera, especialmente relevante para países en desarrollo, como el mío; y, finalmente, la generación de exportaciones.
¿Qué importancia tienen las zonas francas en la economía?
En mi país, la República Dominicana, el 58% de todas las exportaciones salen del sector de las zonas francas. En Costa Rica, casi el 60%. Si lo analizas, te das cuenta que es un sector clave para todas las economías. Por ejemplo, algunas desarrollan dispositivos médicos, otras, más tradicionales, ofrecen servicios… todos los perfiles de talento humano y de empleabilidad, que no se quedan solo en las zonas francas, sino que se capilarizan a toda la sociedad.
Cuando dice sostenibilidad, ¿se refieres sólo a la económica?
Los ODS, no sólo se refieren a economía, sino también a desarrollo, a equidad de género, a conciencia medioambiental, al saneamiento de las aguas, al encadenamiento y desarrollo de las estructuras locales de los países… en total, son 17 objetivos. Las zonas francas están netamente involucradas en al menos 11 de ellos.
Y en los conglomerados empresariales residentes ¿también?
Si analizamos las empresas que vienen de fuera, la mayoría son multinacionales, que, de por sí, tienen ya esos requerimientos y esas consideraciones. Así, de alguna forma, estás replicando en tus propios países la implementación de proyectos con un claro enfoque de sostenibilidad, que es mucho más acelerado de lo que hubiera sido sin la existencia de las zonas francas.
Sobre la equidad de género ¿se puede decir lo mismo?
Es bastante explícita en los requerimientos de las empresas que vienen de fuera.
En su familia, descubrieron la ingeniera ya de niña.
Mi familia es de mentalidad abierta. De niña, me regalaron una cajita de música, cogí un destornillador y la desmonté entera. No volvió a sonar, pero quedó clara mi pasión: analizar cómo funcionan las cosas, no necesariamente el «front end» sino por detrás.
Y le dieron herramientas…
Por ejemplo, mi padre me traía destornilladores. En un momento en que las generaciones tenían vestigios antiguos… cuando pedí ir a clase de karate, me llevaron ballet, o cuando pedí un motor me regalaron una bicicleta rosa muy femenina, con flores.
Pero los destornilladores fueron el «game changer».
Si. Aunque existe una realidad, que vivimos las mujeres. Se nos dice que podemos hacer lo que queramos. pero de fondo, hay ciertas reglas que se supone que tienes que seguir.
¿Qué porcentaje de mujeres hay en las zonas francas de su país?
Un 52% de mujeres. Pero en la capa inferior hay un 62% de mujeres, a nivel de supervisión un 30 y poco, y a nivel gerencial un 25… no solo es cuántas, sino dónde estamos y cómo subimos.
Para una empresaria ¿es un freno contratar mujeres por la maternidad?
Eso es una realidad. Se necesitan dos agendas, una de inversión a largo plazo en una educación que permee al tejido familiar para compartir las responsabilidades familiares. Y otra, para ver que hacemos ahora en el mercado laboral, con dos generaciones de mujeres.
¿Qué hacer?
Generar indicadores y elaborar estrategias a corto plazo, porque la mujer, con los años, ha presionado para caber en el mundo laboral, pero caber no es lo mismo que pertenecer.
Y quieren conseguir un amoldamiento
Si, con unas estructuras corporativas que permitan flexibilidad en los incentivos, en los horarios, y en cómo se plantean los perfiles en la selección de personal.
¿Cómo implantar un estilo de liderazgo más transversal?
Con equipos mixtos, con interacción entre hombres y mujeres, porque traemos fortalezas distintas que hacen que los equipos nivelados generen mejores resultados, porque ven las situaciones desde distintos ángulos.
¿Qué significa Barcelona para la Conferencia de Zonas Francas de Iberoamérica?
El hecho de que este año sea en Barcelona nos aporta mucho. Porque hablaremos de tecnología, de eficiencia logística, del entorno cambiante que ahora tienen las zonas francas a nivel internacional, así como de los países y las economías. Entre las guerras y el tener que reinventar este mundo globalizado para pasar a un mundo más regionalizado, tenemos que ser consecuentes y saber que no podremos depender de algo que está en el otro lado del mundo.
¿Qué está pasando en el mundo económico hoy?
Se están reorganizando cadenas de valor y cadenas de servicios. Eso provoca que se reubiquen empresas y que cambien los lugares que son atractivos o no para la inversión. De todos estos temas vamos a estar conversando en Barcelona. Asimismo, desde el punto de la sostenibilidad, definir qué es lo podemos aportar desde las zonas francas.
¿Estamos recreando el concepto “Occidente”?
La mayoría de empresas de inversión que viene a Latinoamérica tienen origen en Europa o, sobre todo en Estados Unidos. En la conferencia también habrá representantes de África del Norte y Barcelona es enlace natural entre todas ellas. Pero en nuestra zona franca tenemos también empresas chinas. La función de “suplir” se da regionalmente, pero no quiere decir que las economías que hacen ese encadenamiento tengan que ser de esa región.
Filosóficamente, mucho de lo que dice me resuena a Barcelona
Barcelona está siempre en el punto de implementación de lo nuevo. Lo nuevo que buscamos, lo nuevo que ya tenemos. En Barcelona podemos ver “in-situ” cosas que ya están funcionando conversar sobre la implementación de proyectos en distintos países, conocer desarrolladores de parque y organismos multilaterales.
