Como contamos en ElLiberal.cat, el Gobierno solicitó a Europol cambiar la denominación que la entidad usaba en su último informe sobre el separatismo catalán, al que vinculaba al «terrorismo». Aunque la petición —que formaba parte de las exigencias de Puigdemont al PSOE para respaldar la investidura— ha sido aceptada, el último dosier de la agencia de seguridad tampoco ha agradado al secesionismo, ya que se le sigue definiendo como un «extremismo violento». «En España, los movimientos independentistas catalán y vasco son actualmente los más activos y violentos de la escena del separatismo español», mantiene Europol.
«Sus narrativas combinan el separatismo con una visión de extrema izquierda, encarando los mensajes en contra del estado español y sus instituciones, así como contra temas más amplios como el capitalismo. Además, unos cuantos grupos nuevos y pequeños han surgido en los círculos independentistas de izquierdas en España», continúa el texto. Y agrega: «El descontento social y los problemas económicos han sido utilizados por estos grupos en sus mensajes contra el Estado español y también como una oportunidad para reclutar a gente entre las capas más desfavorecidas de la sociedad».
La reclamación de Puigdemont
Recordemos que Puigdemont había fundado sus exigencias sobre este asunto en el hecho de que «no se puede negociar con quien| nos considera la segunda amenaza más importante después del terrorismo yihadista y pide a la Europol que nos trate de terroristas», atribuyendo la mala consideración de la agencia sobre el nacionalismo catalán al Gobierno español.