Después del caso de la enfermera andaluza acosada por los medios y la Generalitat por criticar en un vídeo de Tik Tok la exigencia del C1 de catalán, el asunto lingüístico en la sanidad vuelve a estar de actualidad. El Sindicato Infermeres de Cataluña ha denunciado trabas e irregularidades en la prueba de C1 de catalán que ha de superar el personal de enfermería que aspira a una plaza pública. En primer lugar, reprochan al Institut Català de la Salut (ICS) de la Generalitat de reducir el tiempo del examen sin avisar con antelación.«El día de la prueba, el tribunal decidió de manera unilateral reducir los tiempos máximos, es decir, de 75 a 60 minutos», critican. Cabe decir que los 75 minutos estaban fijados en un documento desde hacía semanas por el propio tribunal.
En segundo lugar, el sindicato denuncia que el ICS ha conculcado el principio de igualdad al discriminar a las enfermeras frente a los médico especialistas. Así, mientras las primeras hubieron de desplazarse a la Universidad Pompeu Fabra, a los especialistas de centros como Vall d’Hebron, Bellvitge, Can Ruti (Barcelona), Josep Trueta (Girona) y Arnau de Vilanova (Lleida) se les permitió realizar la prueba en sus propios hospitales. Por último, y aunque en este caso no pueden demostrarlo, las enfermeras creen que su examen fue mucho más difícil que el de los especialistas. Por todo ello, el sindicato anuncia que tomará medidas si Salud no acepta repetir las pruebas.