La batalla campal que tuvo lugar en Manresa el fin de semana del 23 y 24 de septiembre sigue en el ojo del huracán. Después de que varios autobuses fueran apedreados y volaran sillas y mesas en unos altercados que enfrentaban a inmigrantes marroquíes con dominicanos, la plataforma Manresa diu prou ha convocado una manifestación para hoy jueves a las 19h que ha dividido a la ciudad. No en vano, ayer tuvo lugar otra movilización en la que 200 personas denunciaron el racismo y la conculcación de los «derechos más básicos» de los detenidos por parte de la policía, recordando que los jóvenes eran en su mayoría menores de edad.
Los manifestantes de hoy exigirán medidas como incrementar la presencia y visibilidad de la policía en las calles, extender la red de cámaras de videovigilancia, más transparencia sobre la crisis de inseguridad. Asimismo, demandarán mejores programas e iniciativas de inclusión social. Pese a ello, el Ayuntamiento —formado por PSC, ERC y un grupo independiente local— y 50 entidades —entre las que se encuentra Cáritas— han señalado en un comunicado que «vivimos esta situación con el miedo, la impotencia y la rabia de ver cómo se pretende utilizar a ciertos grupos sociales como chivos expiatorios de todo el malestar que sentimos, estigmatizándolos y deshumanizándolos hasta el punto de que ya no somos capaces de atender el problema de fondo».