Las movilizaciones separatistas han ido perdiendo fuelle a medida que pasa el tiempo y ni siquiera la posibilidad de que Junts y ERC arranquen al PSOE los compromisos de la amnistía y un referéndum legal parecen ser suficientes como para que la ANC, Òmnium Cultural, el Consell de la República y el separatismo oficial puedan volver a presumir de las cifras de asistentes. Así se ha podido comprobar este domingo en la manifestación unitaria convocada por estas entidades con el respaldo de otros grupos independentistas y con Plaça Cataluña como escenario. Según la Guardia Urbana, solo 4.500 personas han participado en el acto celebrado en conmemoración del sexto aniversario del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Una cifra que llama la atención considerando que la misma Guardia Urbana, en concentraciones similares de los constitucionalistas en el mismo escenario, ha rebajado la participación hasta las 2.000 personas.
En la buena dirección
Entre el acto ha participado telemáticamente Carles Puigdemont, quien ha asegurado que «las cosas han comenzado a cambiar» y que lo han hecho «en la buena dirección». «Hemos de hacer posible», ha añadido, «por una confluencia de voluntades, que el 1 de octubre se convierta en el nervio que determine la acción política que construye la nación, que salva la lengua y que nos encamina al reconocimiento internacional y a la libertad que nadie tiene derecho a negarnos».
A vueltas con el embate
La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, ha hecho un llamamiento para que, si el Congreso aprueba una ley de amnistía, «ese mismo día la independencia debe resonar en el Parlament». Feliu ha asegurado que la independencia «se hará en Cataluña» y que cualquier pacto que pueda alcanzarse con el Gobierno central «ha de ir seguido de un embate» que acabe en la ruptura con España.
Los represaliados cambiantes
El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, ha señalado, por su parte, que «el problema es del Estado español, que se niega a abordar el conflicto político con Cataluña de manera democrática». Antich, que recientemente indicó que la amnistía debería beneficiar a 1.432 «represaliados», ha vuelto a variar las cifras, algo habitual ya en la histórica entidad, y ha asegurado que Òmnium «está al lado de las 4.400 personas represaliadas, incluidos los más de 1.000 heridos del 1 de octubre».