Los obispos catalanes han emitido este viernes un comunicado en el que evitan pronunciarse a favor o en contra de la posibilidad de que el PSOE, Sumar, Junts y ERC alcancen un acuerdo sobre una futura ley de amnistía que beneficiaría a los encausados y condenados por el procés y el referéndum ilegal de octubre de 2017. Los jefes de la Iglesia en Cataluña se han visto obligados a emitir este comunicado tras afirmar el jueves el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, Francisco César García Magán, que «hay herramientas excepcionales en el ámbito del derecho para situaciones históricas muy excepcionales». Sin embargo, añadió, «no estamos ante una situación excepcional que haga imprescindibles herramientas extraordinarias».
García Magán también indicó que «es bueno para una sociedad que se respete siempre el principio de separación de poderes porque es garantía de democracia y legalidad». Un mensaje que muchos han entendido como la postura en contra de la Conferencia Episcopal a la amnistía.
Igualdad, cordialidad y diálogo
Ante estas palabras, los obispos de Cataluña han asegurado que las manifestaciones de monseñor García Magán son «una valoración jurídica personal del tema que, según él, no implicaba ni negar ni apoyar la amnistía», según recoge Catalunya Religiò. Además, han añadido que el mismo portavoz de la Conferencia Episcopal «explícitamente dijo que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, aún no había puesto sobre la mesa el tema, cosa que realmente se corresponde en estos momentos con la realidad». En el mismo comunicado dejan claro que «la Iglesia siempre se guía por favorecer la igualdad, la cordialidad, el diálogo y el trabajo para hacer una sociedad nueva y buena«. «Los obispos», han añadido, «pastores de una Iglesia que es por suerte plural hemos de mantener una neutralidad edificante y respetuosa, neutralidad que solo podemos romper cuando se lesiona el derecho a la dignidad del ser humano, centro de toda la Doctrina Social de la Iglesia«.
El no posicionamiento del obispado catalán en estos momentos, o más bien su falta de apoyo a las palabras de García Magán, contrasta con otras etapas del pasado en las que sí respaldaban públicamente el procés. Es lo que sucedió en 2012, cuando el entonces obispo auxiliar de Barcelona, Sebastià Taltavull, dejó claro que la Iglesia estaría al lado de los separatistas si Cataluña se independizaba de España. Taltavull aseguró entonces que el apoyo estaría condicionado a que la ruptura fuera democrática y pacífica. Nada dijo sobre los catalanes que no querían, ni entonces ni ahora, esa independencia.