La Fiscalía General del Estado ha presentado este jueves su Memoria correspondiente a la actividad realizada durante 2022. Un documento en la que el independentismo catalán sigue siendo considerado como «movimiento violento» por parte del organismo presidido por Álvaro García Ortiz. Según esta memoria, a lo largo de 2022 los separatistas protagonizaron un total de 24 acciones violentas y de sabotaje.
Se abrieron 11 procesos por delitos de daños o incitación al odio. Ocho más por daños públicos o desobediencia. A lo largo de 2022 se registraron también tres acciones de daños a empresas privadas, una de enaltecimiento del terrorismo y otra de daños a sedes políticas, según figura en la misma memoria.
Militancia agotada
En el documento, la Fiscalía General evalúa también el «estado actual de la amenaza». En el caso del separatismo catalán, indica en este sentido que «se ha detectado una disminución de las acciones de sabotaje debido principalmente al agotamiento de la militancia y a la falta de hechos relevantes para su imaginario que puedan ser utilizados como revulsivo para la convocatoria de grandes manifestaciones y campañas de acciones». Y añade: «La pérdida de la iniciativa por parte de estos grupos violentos, motivada también en parte por la acción de la Justicia, ha ocasionado que gran parte de su actividad se centre en la llamada ‘antirrepresión’. La movilización en respuesta a los procesos judiciales detrae la mayor cantidad de recursos a estos colectivos, con la ejecución de campañas de pintadas o en redes sociales«.