Los extranjeros residentes en Andorra tendrán que acreditar un nivel mínimo de catalán, según recoge la nueva ley en defensa de la lengua oficial, que se aprobará en breve. De este modo, los residentes para recibir o renovar la tarjeta que les acredita como tales, unos 3.000, deberán presentar un título de catalán básico, el A2, o, si no lo tienen someterse a una prueba. En caso de que no hablen catalán, el Gobierno andorrano les ofrece la opción de asistir a un curso de 30 horas para obtener el título.
La Ley de la Lengua Oficial tiene como objetivo «garantizar una expresión mínima en el idioma oficial por parte de todos los ciudadanos del país y que eso se traduzca en una mejor atención al público en catalán», según ha explicado Diari d’Andorra. El mismo medio, citando al Gobierno andorrano, asegura que «cada vez hay más casos en que la primera atención se hace directamente en castellano, sobre todo en los comercios y restaurantes». Una situación que debe solventarse pues el idioma oficial de Andorra es el catalán, aunque se hablen también con normalidad el castellano y el francés.
El Gobierno de Andorra pretende implicar en esta defensa del catalán a los sectores económicos privados. Y, así, presentará la ley directamente a la Unió Hotelera, la Cambra de Comerç y la CEA, con el objetivo de que faciliten a los trabajadores extranjeros el aprendizaje del catalán.