Las políticas lingüísticas del nacionalismo minan la capacidad de atracción de las universidades catalanas en el resto de España. Pese al atractivo que representa una ciudad como Barcelona, los estudiantes de otras comunidades que eligen Cataluña como destino universitario ha caído en más de un 50%. Así, según las cifras del Govern y recoge ABC, se han pasado de 10.541 solicitudes en el curso 2022-2023 (18,36 de la demanda total) a 5.098 (8,9%).
Ante este repentino descenso, la Generalitat asegura que no «encuentra explicación», pero que en todo caso las causas serán «multifactoriales». Sin embargo, la pérdida de estudiantes procedentes de otras partes de España coincide con el anuncio del Govern de «catalanizar» la Universidad e imponer que los másteres y los grados se impartan en un 80% en catalán en 2025. Con tal de cumplir con este compromiso, controlará semestralmente la docencia e incentivará mecanismos de denuncia para los profesores que infrinjan la normativa lingüística.