Ahora que el Partido Popular se ha prestado a reconocer a Junts per Catalunya como interlocutor válido de cara a las negociaciones para la investidura —González Pons señaló que, salvo excepciones, la trayectoria y la legalidad de la formación estaban fuera de duda—, Puigdemont se siente fortalecido e incrementa el listón de exigencias a quién desee cortejarle. Así, según cuenta El Confidencial, entre las demandas que los neoconvergentes pondrán sobre la mesa figura que el referéndum del 1 de Octubre de 2017 sea considerado legal.
Según este rotativo, los neoconvergentes entienden que, igual que Aznar fue «generoso» en su momento reconociendo a la banda terrorista ETA como «movimiento de liberación nacional vasco», Alberto Núñez Feijóo también debería serlo reconociendo «la represión» que ejerció Mariano Rajoy. Cabe decir que la decisión de reconocer a Junts como actor válido no cuenta con unanimidad dentro del PP, siendo las quejas del líder de los populares catalanes, Alejandro Fernández, las más destacadas. «Junts sí es mi rival, un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un Rey fascista, con el que se niegan a «hablar». Que alguien me diga de qué hay que «hablar» con ellos…», ha sentenciado.