Nueva oferta de la izquierda para granjearse el apoyo de los nacionalistas periféricos. La líder de Sumar, Yolanda Díaz, abogó ayer por una reforma del Reglamento del Congreso que permita hablar en catalán, gallego y euskera en el Congreso —tal y como ha demandado Junts en su abanico de peticiones para respaldar la investidura de Sánchez— ya que, asegura, «España es un país de países». «Esto es un avance hacia un país que es plural, es diverso y que gana derechos para las distintas identidades que tenemos», alegó.
Como contrapartida, los nacionalistas deberían facilitar que el bloque progresista domine la mesa del Congreso. La propuesta ha recibido diversas críticas entre las que se cuenta la de la columnista de El Mundo, Leyre Iglesias. «Es un simpático producto el del plurilingüismo: lo exigen fuera mientras lo desprecian dentro», refieriéndose a la actitud del nacionalismo con respecto a las lenguas. E ironiza: «Quizá cabría preguntarse por qué el árabe no debe seguir el mismo camino, teniendo en cuenta que hay más españoles criados en árabe que en euskera».