La victoria en Ripoll de la formación de ultraderecha separatista Aliança Catalana, que combina la hostilidad contra España como contra el colectivo inmigrante y que finalmente gobernará la localidad, sigue levantando ampollas en Cataluña. La última reacción ha sido la de La Comi de Ripoll, la comisión de fiestas que desde hace años organiza la Fiesta Mayor y el Carnaval, ha dimitido en bloque en protesta por la formación del Ejecutivo ultra. «No nos sentimos partícipes de un ayuntamiento que no tolera a otros colectivos, discriminando de forma directa», han manifestado, recordando que la fiestas que organizan persiguen que «todo el mundo tenga su espacio y pueda disfrutar»
Por su parte, Silvia Orriols, la líder del partido, ha prometido poner en marcha sin dilación las tres promesas que llevaba en su programa electoral. La primera, auditar el censo para expulsar a todos los inmigrantes que se encuentren en situación irregular. En segundo, impulsar una comida económica a domicilio para gente mayor. Por última, fiscalizar las ayudas a familias numerosas para que no recaigan en las de origen inmigrante que «dificulten la convivencia».