Malas noticias judiciales para los líderes del procés. La sala de Apelación del Tribunal Supremo ha confirmado la decisión del juez Pablo Llarena de procesar a los huidos Carles Puigdemont, Lluis Puig y Toni Comín por el delito de malversación agravada por el que fueron condenados, rechazando así aplicarles el modelo atenuado del delito reformado por el Ejecutivo a medida de los socios separatistas del Gobierno. Por otra parte, rechaza, como pedía Vox, que la sedición fuese absorbida por el nuevo delito de desordenes públicos. En cambio, sí les imputó desobediencia.
El tribunal, conformado por Vicente Magro, Susana Polo y Eduardo de Porres ha descartado integrar la sedición en desordenes públicos alegando que se trata de delitos diferentes. Los procesados «desplegaron e impulsaron una desobediencia civil y una insurrección institucional orientada a alterar el orden constitucional, sin ninguna llamada a la violencia», han explicado. Asimismo, recuerdan que la reforma de la malversación no cambia el procesamiento por dicho delito ni «desdibuja» el contexto de la causa.