Los okupas de La Ruïna, en la plaza de la Bonanova, tendrán que ir a declarar el próximo 24 de mayo ante la Justicia en el procedimiento que mantiene abierto contra ellos la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, más conocida como la Sareb, propietaria del inmueble okupado por este colectivo en la zona alta de Barcelona. Así lo han informado ellos mismos en un comunicado publicado en Twitter, en el que han asegurado que no darán «validez» al resultado del juicio porque ningún desalojo les parece «legítimo».
«La Sareb es nuestra», han afirmado, «y tenemos las llaves de todas sus casas«. Este colectivo okupa ha asegurado que no negociará ni con la Sareb ni con «el Estado» porque no quiere «darle ni un euro a los causantes de la crisis y de la miseria estructural» ni «generar beneficios» a los que piden su desalojo. Un desalojo que, ante esta postura, se prevé no será sencillo. Y es que, en el mismo comunicado, los okupas han advertido de que no permitirán este desalojo «ni por parte de la policía ni por parte de matones privados». «Ante cualquier ataque o intento de desalojo», han amenazado, «responderemos con contundencia».
Los okupas también han explicado en el comunicado que el argumento para el desalojo es el de que el inmueble de oficinas carece de cédula de habitabilidad. «¿Quién dictamina que unas oficinas no son habitables?», se han preguntado, «nosotros afirmamos que sí que lo son y nos encargamos y nos encargaremos de que lo sean».
Frimado: Rivelles, la pro-okupas. Ni caso.