El presidente del Govern, el republicano Pere Aragonés, ha sido uno de los protagonistas de la inauguración, este viernes, de la 50 edición de la Feria de Abril en el Parc del Forum. Un evento del que suele disfrutar la clase política y, especialmente, los separatistas de ERC, que tienen su propia caseta, llamada Bodega Republicana. Aragonés ha asegurado al respecto que «Cataluña es diversa y plural». Y ha añadido que «sin lo que representan la Feria de Abril y la cultura andaluza en Cataluña, sin todo este legado, no se entendería la Cataluña de hoy». El republicano ha asegurado también que esto «es una riqueza» que hay que «saber cuidar y acompañar».
Quien también se ha pronunciado sobre la importancia de esta feria ha sido el secretario general de ERC, Oriol Junqueras, quien ha recordado que, además, coincide en fechas con la celebración del día de Sant Jordi.
Por el ferial han pasado, además, otros políticos, como el socialista Salvador Illa, al que ha acompañado el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. También lo han hecho la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el alcalde de Badalona, Rubén Guijarro. Como cada año, no han faltado tampoco los representantes de Ciudadanos, entre los que se encontraban la candidata Anna Grau y el líder del partido, Carlos Carrizosa.
Rechazo a la pluralidad
Y mientras constitucionalistas y ERC se daban la mano en el ferial, en las redes eran la ultraderecha y la derecha separatistas las que denostaban a Aragonés y los republicanos por su participación en una fiesta tan española como lo es la Feria de Abril. Así, el secretario de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, los acusaba de participar en el evento «por un puñado de votos».
No ha sido Alay el único que ha mostrado su disgusto en redes. Y es que la relación entre ERC y el PSC-PSOE progresa mucho más adecuadamente de lo que parece.