El alcalde de Lleida, el republicano Miquel Pueyo, ha retirado este jueves toda la simbología separatista que figuraba en la fachada del Ayuntamiento, tal y como le ordenó el miércoles al Junta Electoral de Zona, tras una denuncia de la candidata de Valents, Ángeles Ribes. La Junta Electoral había dado a Pueyo un plazo de 24 horas para sacar del Consistorio estos símbolos independentistas y el primer edil no ha dudado en acatar la orden.
En declaraciones a elliberal.cat, Ribes se ha mostrado «satisfecha» por el resultado de la denuncia que formuló ante la Junta Electoral. «La junta», ha señalado, «ha reaccionado muy rápido». La candidata de Valents, sin embargo, ha recordado que el separatismo catalán utiliza las instituciones «como si fueran un cortijo o su vivienda particular«. «Se dedican a violentar constantemente la obligatoriedad de la neutralidad de la administraciones públicas», ha añadido, «pero si un ayuntamiento quiere ser de todos, no ha de ser de nadie».
Un alcalde «muy cobarde»
Ribes también ha señalado que es muy probable que, tras las elecciones de mayo, el alcalde vuelva a colocar en la fachada la pancarta y el lazo amarillo que ahora ha retirado. En este sentido, ha recordado que los separatistas de Lleida solo han retirado los símbolos de esta opción política de la fachada del Ayuntamiento cuando ella lo ha denunciado. «Después vuelven a ponerlos«, ha asegurado, «y la conclusión es que el Estado de Derecho está indefenso ante este tipo de actitudes. Solo te queda recurrir a los contenciosos administrativos y dejarte ahí los recursos económicos cuando, en realidad, esto debería ser responsabilidad directa de los que tienen que defender el Estado de Derecho. En el caso de Lleida, tendría que hacerlo la Subdelegación del Gobierno«.
La candidata de Valents ha insistido en su «satisfacción» por el resultado de la denuncia. Sin embargo, no ha dudado en tildar de «muy cobarde» al alcalde, comparándolo con el ex concejal de la CUP, Pau Juvillà, que en la misma situación decidió no acatar la orden de la Junta Electoral en 2019 y tiempo después fue inhabilitado, lo que le costó el escaño como diputado en el Parlament.