ENTREVISTA / @Lamismamente: «Twitter es una inmensa barra de bar que influye en los políticos»

Desde hace años, Twitter es el escenario de la batalla digital entre independentistas y constitucionalistas catalanes. Organizados o sin organizar, pero siempre sin medios ni el respaldo de partidos u entidades civiles, los constitucionalistas descubrieron hace tiempo que la mejor manera de hacer frente a la sinrazón era el humor. Y en esto ha sido y es experta @Lamismamente. Por razones obvias, quiere mantener el anonimato pero quien esto firma la conoce personalmente y sabe que, tras ese nick, se oculta una mujer inteligente y sensible que, en la red, lleva a gala la gracia. Hoy no es tan activa como antes pero sus tuits siguen teniendo muchísima repercusión entre quienes creen que, a pesar de todo, una España unida es mucho mejor que una Cataluña libre.

Tienes casi 20.000 seguidores y uno de sus tuits, que tiene ya 6.300 retuits, es periódicamente recuperado por algún tuitero. Te hablo de aquel en el que le dejaba claro a Jordi Pujol que su padre, hombre andaluz, no había robado nunca. El tuit es de 2014. En la Cataluña de hoy, ¿sigue siendo necesario aclarar que los andaluces no son ni vagos ni ladrones?
Lamentablemente sigue siendo necesario, sí. En Cataluña especialmente. Y no me cansaré de aclararlo, no dejaré de repetirlo, porque los andaluces no vinimos a Cataluña a dormir la siesta y pasarnos los días en los bares. No vinimos de romería. Vinimos a trabajar. Y lo hicimos. Y trabajamos por y en Cataluña como el primer catalán. No consiento palabras de menosprecio hacia mi tierra y mi gente. ¡Ya quisiera más de uno parecerse a la sombra de un andaluz! Pujol, por ejemplo. Porque tiene tela que sea Jordi Pujol quien hable mal de los andaluces ¡Pujol! ¡Pero si en su casa el único que no ha robado ha sido el gato y porque era de escayola!. Que no, que no le consiento a nadie que se meta con mi tierra y con mi gente, ¡ea!

Durante muchos años, has sido una de las tuiteras más divertidas de la red en España. Y lo has hecho escribiendo siempre sobre política. ¿Eres tan graciosa como pareces o es que la situación de este país es esperpéntica en general?

¿Me estás diciendo que ya no lo soy? Madre mía para lo que he quedado…  No, venga, me pongo seria (risas) Soy la que leéis, te lo aseguro. No sé fingir ni en internet. Sin medias tintas, sin paños calientes, sin rodeos, sin disfraces, sin dobleces, tal como reza en mi perfil, para bien o para mal,  «soy así, mismamente». En cuanto a la situación de España, efectivamente, es esperpéntica, pero mucho más: vergonzosa, lamentable e inadmisible. Lo que viene a ser la izquierda gobernando: el peor Gobierno en el momento más delicado ¿qué podía salir mal? Espero que seamos capaces de darle la vuelta  a esta situación porque, desgraciadamente, acabamos de comprobar que nos va la vida.

La situación de España es esperpéntica, vergonzosa, lamentable e inadmisible. Tenemos el peor Gobierno en el momento más delicado.

@Lamismamente

¿Crees que Twitter es una inmensa barra de bar o piensa que realmente influye en los políticos?

Creo que Twitter es una inmensa barra de bar que influye en los políticos, de ahí que algunos políticos e indeseables varios anden creando bots y censurando como si no hubiese un mañana.

Cuando yo te conocí, ambas dedicábamos nuestro esfuerzo tuitero al activismo contra el separatismo en las redes. Sé que has sufrido mucho por las acciones de los independentistas y me consta que el otoño de 2017 lo pasaste con mucha preocupación. ¿Cómo recuerdas aquella época?

Ha sido, con diferencia, el peor momento político  que me ha tocado vivir. Contemplar cómo se retransmitía en directo un golpe de Estado, ante la pasividad e inacción de un Gobierno cobarde y lleno de complejos, fue terrible. Recuerdo una horrorosa sensación de abandono. Y así seguimos: abandonados a nuestra suerte, en manos de auténticos enfermos.

Muchos lo desconocen pero hace años en Twitter los independentistas hacían listas con los nombres de los no independentistas. Una de las consecuencias de ello era que nos bloqueaban sin haber intercambiado ni un mensaje. Y luego estaban las listas de personajes como Llopebre, que las hacía públicas y que convertían a los que salían en ellas en blanco perfecto para los trolls separatistas. Tú no fallabas, siempre aparecías en la lista de Llopebre. Y casi era un disgusto no salir (risas). 

En las de Llopebre, dices… He salido en todas las listas habidas y por haber. De hecho, hasta Drets, unos abogados muy majos y muy demócratas, me incluyeron en una lista de tuiteros a los que iban a denunciar. En mi caso, por «banalización de la dictadura». ¡Yo es que me parto! Por cierto, un honor compartir denuncia con grandes como Jordi Cañas. ¡Ay, qué risas! Comprobar lo mucho que molesto a este tipo de personajes, o gentuza, es algo mágico.

Lo de los bloqueos merece mención aparte (…) Me tienen bloqueada tantos y tantos independentistas de esos que cada mañana se enroscan la barretina hasta las cejas antes de afeitarse.

@Lamismamente

Lo de los bloqueos merece mención aparte: me tienen bloqueada Pablo Iglesias y su joroba, Carles Puigdemont (lloro), Pilar Rahola (lloro más), Karmele Marchante (lloro una barbaridad), el que fue jefe de prensa de Artur Mas (el gafapasta), Eduardo Reyes (el charnego agradecido de Súmate), la cuenta oficial de Convergencia-Junts per Cat-yoquesé, el feo de la Trinca, el de las americanas de colores, el mosso golpista, el Institut Català Nova Història (los que se la inventan, vaya) y tantos y tantos independentistas de esos que cada mañana se enroscan la barretina hasta las cejas antes de afeitarse. Entre ellos que son adorables y servidora, que se hace querer, el bloqueo está servido.

¿Qué opinas de la censura en Twitter?

Que existe, que es vergonzosa, que lo mismo te pide que borres un tuit ,que te cierra la cuenta por unas horas, que te quita 100 seguidores, que 500. Que me da mucho asco y que ni así conseguirán callarnos.

¿Te has autocensurado alguna vez?

Quizás sí, pero no en Twitter, desde luego. Habrá quien diga que soy un poco chula. Y quien dice un poco… pero es difícil callarme y no será una red social la que me mande callar o me diga  qué debo decir. 

¿Qué es lo mejor que te ha dado Twitter? ¿Y lo peor?  

Ahora que no me lee nadie, confesaré que al pajarillo azul le debo una de las mejores cosas que me han sucedido en la vida: mi moreno, así me refiero a él en Twitter. Habíamos interactuado en varias ocasiones, cómo no, hablando de política. Un 11S, tiene guasa la cosa, descubrimos que ¡éramos vecinos! Pasó tiempo hasta que coincidimos en un acto político y nos pusimos cara. Más tiempo todavía hasta que volvimos a coincidir. Una manifestación llevó a la otra, un café a otro y aquí estamos, divinamente, ¡oiga!

Confieso que he tuiteado a carcajada limpia. ¿Te acuerdas del ‘playmobil’ que enviaron al espacio? ¿Y cuando se plantaron en macetas?

@Lamismamente

Le debo también el haber conocido a personas maravillosas que se han convertido en amigos. Muchas risas a costa del procés. Confieso que he tuiteado a carcajada limpia. ¿Te acuerdas del playmobil que mandaron al espacio? ¿Y cuando se plantaron en macetas? Es que esta gente no tiene desperdicio, están fatal de lo suyo.
En Twitter también he podido comprobar que no estoy sola en la lucha contra el independentismo. Que contamos con el apoyo del resto de España y que, viendo a los que están al otro lado, estoy en sitio correcto.
¿Lo peor? Los tuits de Gabriel Rufián, jajaja. ¡Es broma, pobre Grabié! Supongo que aquí debería decir que lo peor de Twitter han sido los insultos y barbaridades que me han llegado a decir los lacios amarillos, pero no, ha sido casi orgásmico ver, entre risas, cómo perdían los papeles, quitándose la careta y mostrando su auténtico rostro. Es más, el día que me iba sin que me hubiesen insultado me iba con un no se qué que qué sé yo.

¿Por qué ya no eres tan activa en la red? 
Trabajo, mi moreno, viajes, mi moreno… y que Twitter ya no es lo que era, las cosas como son. Está lleno de desaboríos, feminazis y mala gente, ¡ea!

Si cerraran la red, ¿qué harías?
Cucha, ¡pues irme! Sin soltar una lágrima y mirando atrás para despedirme de todos los que algún día compartieron conmigo inquietudes, risas, preocupaciones… en definitiva, un poquito de su tiempo. Una cosita…  ¿me dejas cerrar la entrevista como merece? ¿Sí? Pues ahí voy, ¡VIVA ESPAÑA!