Este sábado se ha hecho público el fichaje por el presidente Aragonès de Astrid Barrio como miembro del grupo de expertos que asesorará al Govern en su intención de elaborar un propuesta que llaman de claridad por su inspiración canadiense, aunque se parezca poco. En Canadá la ley de claridad reguló, o sea limitó, un derecho a la secesión existente en su ordenamiento jurídico y aquí lo primero que habría que hacer es establecerlo mediante una reforma constitucional.
Astrid Barrio es profesora de Ciencia Política y la comisión es técnica. Pero no puede obviarse su perfil político. Ha sido dirigente de La Lliga e impulsora de CENTREM, ahora en estado vegetativo tras la renuncia de Àngels Chacòn. Dicho de forma más directa, tiene una vertiente política muy fuerte, identificada con la reconstrucción de un catalanismo de centro y centro-derecha no independentista. Se trata de una tarea ardua pero necesaria si se quiere acabar con la política de bloques en Catalunya. También para propiciar un gobierno central sin dependencia del independentismo y/o los populismos de derecha o izquierda.
Es este perfil político de Astrid Barrio el que ha motivado reacciones encontradas. Para el independentismo, que sigue aferrado a la legitimidad de la consulta del 1º de Octubre de 2017, Junts, CUP y entidades independentistas, su fichaje es una muestra del entreguismo de ERC , de su traición al independentismo. Se ha dicho que ERC pone el lobo a cuidar de las ovejas.
Ha sido dirigente de La Lliga e impulsora de CENTREM, ahora en estado vegetativo tras la renuncia de Àngels Chacón
Para el constitucionalismo es un error que sólo sirve para legitimar a ERC. Da credibilidad a un proyecto que nacía sin expectativas de viabilidad y cuya única función es que ERC tenga un relato propio una vez la mesa de diálogo agoniza. Es volver a arrancar una bicicleta que estaba parada.
Astrid Barrio, por su parte, ha explicado en un articulo publicado el viernes en el Periódico de Catalunya, de cuyo comité editorial forma parte, que su intención es promover un debate sobre el encaje de Catalunya en España que, en su opinión, hasta ahora no ha existido, y que las conclusiones de la Comisión no están predeterminadas y no pasan necesariamente por un referéndum, cabiendo la posibilidad de expresar posiciones particulares.
De entrada, es evidente que la presencia de Astrid Barrio en el Comité de expertos favorece y legitima a ERC, por algo la ha propuesto, ya que le permite mantener su discurso de que, fracasada la vía unilateral, la única vía posible es la negociada. Astrid Barrio, lo que representa, da credibilidad a este discurso que tuvo para ERC frutos parciales con los indultos pero que agoniza en la mesa de diálogo.
La presencia de Astrid Barrio, catalanista de centro-derecha, podría interpretarse como una búsqueda de interlocutores que pudieran favorecer un acercamiento al PP
ERC gana tiempo a la espera de lo que pueda ocurrir en las elecciones generales. Un cambio de gobierno, una mayoría del PP y VOX, puede echar al traste con su reorientación estratégica al quedarse sin interlocución en el Gobierno central, con lo que la vía unilateral volvería a emerger como la única posible. Su apuesta por ser la CIU del siglo XXI habría acabado. Desde esta perspectiva, la presencia de Astrid Barrio, catalanista de centro-derecha, podría interpretarse como una búsqueda de interlocutores, ha habido otros contactos, que pudieran favorecer un acercamiento al PP, si Feijóo conquista la Moncloa. Los republicanos quieren acabar la legislatura catalana con ‘peix al cove‘ para legitimar su apuesta y para ello mantener la comunicación con el gobierno de turno, como hacía Pujol, es imprescindible. Si todo fracasa, argumentará que lo ha intentado con generosidad, que con España no hay solución y que no queda más remedio que volver a las andadas. Este escenario favorece a Junts.
Como ven, las motivaciones republicanas resultan transparentes. Otra cosa es como acaben sucediendo los acontecimientos.
La pregunta es si puede ser útil su presencia en la Comisión para el catalanismo no independentista, para el centro derecha catalán y para la llegada de Feijóo a la Moncloa
Más allá de las razones de Astrid Barrio para aceptar la oferta, que ella misma explica en el artículo mencionado, la pregunta es si puede ser útil su presencia en la Comisión para el catalanismo no independentista, para el centro derecha catalán y para la llegada de Feijóo a la Moncloa. Sólo lo sería en un escenario difícil, casi inverosímil a día de hoy: la confluencia del catalanismo no independentista de centro y centro -derecha con el PP con la voluntad de reeditar el intento fallido de Josep Piqué. Si esta confluencia fuera la apuesta de Feijóo, lo que ha insinuado en alguna declaración, el indulto solicitado por La Lliga en su día y, ahora, la presencia de Astrid Barrio en la Comisión de expertos darían credibilidad al giro popular y permitiría vencer, o por lo menos mitigar, el estigma anti catalán que tiene adjudicado. Este es el paso previo para captar votantes de Junts y PSC que tienen a estas opciones como voto refugio pero ni son de izquierdas, ni independentistas. Difícil sacar conclusiones. En todo caso la apuesta de Astrid Barrio no puede despacharse desde el constitucionalismo con una simple crítica frontal.